Son el aniversario de nuestro nacimiento, el mismo momento que por primera vez aspiramos el aire de este planeta. El recordatorio que hemos girado junto a La Tierra otra vez alrededor del Sol. Momento de aumentar una unidad a todas las anécdotas que deben contarse.
Cada año lo recordamos. Algunas personas, toman ese día como algo alegre, un motivo para celebrar, compartir con seres queridos, sonreír, tirar de las orejas, tomar fotografías, brindar y soplar las velitas de una torta. Algunas otras personas, toman como algo fastidioso, un año más de vida, una tortura llegar a este día.
Esta vivencia puede variar con los años. Para los niños, la llegada del cumpleaños es algo extraordinariamente anhelado y cargan con expectativas de recibir diversos regalos, fiesta con tarjetas, bolsas de dulces y sorpresas, sombreritos y la infaltable piñata. Para los adultos, dependerá de cómo desarrolla su vida.
Llegar a otro año es un triunfo. Hemos vivido otro año y debemos contar y agradecer nuestras bendiciones. Tu vida es una historia única.
Hay cumpleaños especiales, años muy especiales dado que acarrean una conmemoración o cambio ante la sociedad. Entre ellos; para las mujeres cumplir los 15 años; para hombres cumplir los 18 años. También están la celebración de los años décadas, éstos son vivenciados de manera especial, los 20, los 30, los 40, los 50 y así sucesivamente.
Los calendarios no se detienen, tampoco los balances donde la experiencia acumulada es un valor agregado de la vida.